







Marco Referencial
En plena zona comercial de Quilmes se encuentran la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, y el colegio ingles St. George‘s fundado por el canónigo Joseph Thomas Stevenson, clérigo de la iglesia anglicana.
Los ingleses en Quilmes
Quilmes tuvo una notable y numerosa colectividad de origen británico, como Guillermo Enrique Hudson (1841-1922) que fue un gran escritor, además del primer ecologista y ornitólogo nacido en Quilmes, que supo retratar la belleza de la naturaleza rioplatense.
Entre los concejales de la primera municipalidad hubo dos descendientes de británicos el Dr. José Antonio Wilde y Juan Clark, ambos dejaron numerosa descendencia en el Partido y aledaños. A Juan Clark se le debe la donación de las tierras donde hoy se halla el cementerio disidente o cementerio británico. Quilmes es el único lugar en la Argentina con iglesia anglicana, iglesia presbiteriana, cementerio disidente y clubes originalmente británicos.
Durante el período colonial, el único culto legalmente permitido en América del Sur era el católico romano. Dice el Dr. Pablo A. Deiros "La penetración del protestantismo en América Latina data de 1820- 1850 y coincide con la liberalización subsiguiente a la independencia".
La Revolución de Mayo, marca el nacimiento del movimiento de independencia argentina y significa también la apertura económica y cultural del área metropolitana.
En diciembre de 1824 se reunió un congreso del que participaron representantes de todas las provincias argentinas. Dicho Congreso sancionó leyes que ratificaron la independencia de las Provincias Unidas y, a la vez, garantizaron las autonomías provinciales. Hasta la sanción de una constitución se resolvía que el gobierno de Buenos Aires se hiciera cargo del poder ejecutivo, en particular para el manejo de las relaciones exteriores. El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires quedó facultado para la firma en Buenos Aires del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación, celebrado entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y Su Majestad Británica (S.M.B.) el 2 de febrero de 1825. En su artículo 12, abordaba la cuestión religiosa: "Los súbditos de S. M B. residentes en las Provincias Unidas del Río de la Plata. no serán inquietados, perseguidos ni molestados por razón de su religión; más gozarán de una perfecta libertad de conciencia en ellas, celebrando el oficio divino dentro de sus casas, o en sus propias o particulares iglesias o capillas... también será permitido enterrar a los súbditos de S. M B. que murieren en los territorios de las dichas Provincias Unidas, en sus propios cementerios".
Luego de la firma Tratado de Amistad, Comercio y Navegación se promulga en Londres la Ley de Capellanía Consular, que permitía ese mismo año la llegada de John Armstrong, el primer pastor anglicano en Argentina. Pablo Alberto Deiros en "Historia del Cristianismo en América Latina" dice '"Los anglicanos gozaron de la simpatía del pueblo y las autoridades en razón de que no propusieron la evangelización de los católicos".
El libre comercio y la tolerancia trajeron al Río de la Plata a emprendedores británicos, y fue la inglesa, la inmigración más numerosa durante las dos décadas siguientes.
Parroquia de todos los Santos
Hacia fines del siglo XIX, los anglicanos no contaban con una iglesia propia. Los servicios dominicales se hacían en una habitación alquilada a ese efecto; venía un cura de la Catedral metropolitana, pagado por los feligreses. Frente a esta carencia edilicia, se fue consolidando la idea de contar con un templo propio. En este sentido, un grupo de ocho hombres prometieron contribuir en un lapso de tres años, con 50 libras esterlinas.
El 1 de noviembre de 1892, día de Todos los Santos, se colocó la piedra fundamental; en la misma todavía puede leerse la inscripción "ADG: a la gloria de Dios". Una vez concretada la compra del terreno, se analizaron varios proyectos para la construcción de la iglesia. Se aprobó el del arquitecto inglés Basset Smith. El material fue traído desde Europa y el constructor fue el Sr. Dalla Vía, quien terminó la obra en dos años. Fueron muchas las donaciones: la pila bautismal, los candelabros (familia Morgan) entre tantas otras, como también en benefactores reconocidos en los vitrales y placas recordatorias Pott (organista), Davenport (fundador), Lovett (custodio), Luckman (sacerdote), entre otros. En relación a los sacerdotes, el primero fue Sterling, quien fue sucedido por Lugkman, Hall y Joseph Thomas Stevenson. Este último fue el propulsor del colegio San Jorge.
En abril de 1893, se publicó el Reglamento de la Iglesia. Las cuestiones abordadas en el mismo se referían a los requisitos para formar parte de ella, a las reuniones, a la guardia y al Consejo y sus funciones.
Desde su fundación hasta el presente, la Parroquia de Todos los Santos continuó desempeñando su rol en la comunidad de Quilmes. Fiel a sus principios, mantuvo su carácter abierto y ecuménico manteniendo relaciones con iglesias de otros credos.
La Iglesia Anglicana Todos los Santos, fue proyectada por el arquitecto inglés Walter Bassett Smith y construida por la empresa local Dalla Via Hnos. La iglesia se ubica en el área céntrica, en la intersección de las calles San Martín y Alsina, a poco más de 100 metros de la Plaza Wheel Wright y a 100 metros de la calle Rivadavia. La nave se dispuso paralela a la calle San Martin, con el acceso adosado lateralmente, rodeada por jardín con cipreses y arbustos. La piedra fundamental se colocó el 1 de noviembre de 1892 y la habilitación se llevó a cabo en agosto de 1893. Entre los donantes del terreno figura el ingeniero inglés George Davenport, por entonces con residencia en Quilmes, que se desempeñaba como director de obras del Puerto de Buenos Aires. El vínculo entre donantes de sólida posición económica, profesionales idóneos y un presbítero con iniciativa, como Stevenson, impulsaron y concretaron la fundación del templo y el Colegio San Jorge, dos instituciones señeras de la colectividad inglesa local.
La planta en cruz latina tiene el coro dispuesto en el crucero, con la sacristía y el órgano a cada lado, y un ábside hexagonal en el extremo noroeste de la nave donde se encuentra el bautisterio. La cubierta de tejas a dos aguas alcanza en el transepto una altura de cumbrera ligeramente más baja que la de la nave con lo cual contribuye a la identificación exterior de los ámbitos y sus funciones.
Los muros son de ladrillo visto y en los volúmenes salientes, del transepto y el ábside, se alternaron tramos de piedra con una hilada de ladrillo. La valoración cromática se manifiesta en la gama de tonos rojizos y marrones, de la cubierta y aparejos, y en el contraste de los listones con el revoque blanco del acceso adosado y los coloridos vitrales.
La nave se comunica con el presbiterio a través de un amplio arco ojival, apoyado en conjuntos de tres columnas de sección circular. La separación de la nave con el presbiterio está realzada por el desnivel en el solado, un muro bajo a cada lado, y una reja cancela de hierro. Los muretes laterales están provistos de una serie de arcos trilobulados en tanto la cancela destaca la axialidad de la nave con un arco central y pares laterales trilobulados con ornamentación dorada que incluye elementos goticistas.
El equipamiento interior incluye un atril de madera tallada con un águila con las alas desplegadas, una pila bautismal realizada en piedra, el altar con una representación de la última cena, tallada en mármol y el conjunto de vitrales. En el segundo conjunto de vitrales, situado en el muro meridional, están representadas las figuras de San Jorge, San Nicolás y San Miguel. Debajo de la figura de San Nicolás, situada en la ventana central, se incorpora el texto, "In proud and glorious memory of the Volunteers from Quilmes who laid down their lives 1939-1945 Patrick A.G. Finch, Denys P. Martin, Noel W. Cooper, Henry A. Venn, Cyril A.W. Finch, Thomas P. Elson". Este homenaje, con el único párrafo no bíblico, asociado a los vitrales, da cuenta del reconocimiento a los que dieron su vida por Gran Bretaña, sin dejar de mencionar su lugar de residencia.
El acceso a la documentación de las primeras obras británicas de Walter Basset Smith asi también como la serie de iglesias construidas por su padre permiten vislumbrar continuidad con la experiencia previa y clara filiación con el movimiento neogótico inglés.
Valor urbanístico e histórico cultural
La intervención en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, implica responsabilidades que no solo están ligadas a la arquitectura y a la conservación del patrimonio, sino también a la ciudad de Quilmes y la historia.
La Carta de Burra (1984), que se refiere a los criterios de valoración, en uno de sus párrafos dice: " ... los lugares que son aptos a tener valor son aquellos que ayudan a la comprensión del pasado, o enriquecen el presente, y que serán de valor para las generaciones futuras".
La Parroquia se encuentra comprendida dentro de estos criterios dado que su valor histórico, social y estético caracteriza una época. Es a la vez, la materialización de las importantes relaciones históricas, culturales y religiosas que vinculan a nuestra sociedad con la comunidad británica.
Junto con su entorno jardín, constituyen un hecho emblemático dentro de la ciudad de Quilmes. El conjunto se destaca e identifica con el entorno urbano.
Valor arquitectónico y ambiental
Los edificios que tienen valor arquitectónico son aquellos que poseen elementos poseedores de calidades de estilo, composición, materiales, coherencia topológica y otras particularidades relevantes. La Parroquia es un importante ejemplo del estilo del revival gótico que desde mediados del siglo XIX se juzgaba como inseparable de la identidad de los cristianos reformados de Gran Bretaña y su herencia medieval.
La propuesta de intervención y puesta en valor, está inspirada en los lineamientos que en materia de conservación y restauración se proponen internacionalmente a través de Cartas y Documentos (como la de Venecia) y que impulsan organismos nacionales e internacionales, tales como el ICOMOS, ICOM, IIC, CiCop, ICCROM, entre otros.
La intervención sobre un bien que es parte fundamental de nuestro patrimonio, implica una acción que no solo debe recuperarlo sino acrecentar su valor.
La Carta de Venecia (1964) refiriéndose a los criterios de conservación de los monumentos, y edificios de valor patrimonial, dice en su artículo quinto: "La conservación de los monumentos se beneficia con la dedicación de estos a un fin útil a la sociedad (...). Es dentro de estos límites donde se debe concebir y se pueden autorizar los arreglos exigidos por la evolución de los usos y las costumbres", el principio del bien común, y el concepto de sustentabilidad son pensamientos y pautas que rigen nuestra propuesta.
Por ello esta intervención debe generar un mayor conocimiento del patrimonio y procurar que el edificio afiance su condición de testimonio tangible de los vínculos entre comunidades.
El punto de partida es valorar el bien cultural, su entorno, su historia, su valor patrimonial, cultural y social; así como considerar sus características físico químicas y constructivas estilísticas, para llegar a una propuesta de conservación, ética y técnicamente fundamentada, de acuerdo con lo establecido en la normativa internacional.
ORGANOS BRITÁNICOS
LOS BRITÁNICOS EN ARGENTINA 1870-1940
Gran Bretaña tuvo una relación única con Argentina a lo largo de este período, llegando al punto que un vicepresidente argentino, en los años 1930, afirmó que “la Argentina era virtualmente parte del Imperio Británico”. Esta asociación comenzó muy pronto en la vida de Argentina como un país independiente, ya que los intereses comerciales de Inglaterra favorecían la independencia de la colonia de España a principios del siglo diecinueve. Inglaterra ayudó a las fuerzas revolucionarias de Argentina en su esfuerzo por derrocar a los españoles y así habilitó a Argentina a llegar a ser finalmente una nación independiente en 1816.
Aún más importante, al elevarse Gran Bretaña al estatus de Imperio Global y llegar a ser el centro de una economía internacional integrada en crecimiento, Argentina estaba bien situada para ser una buena socia comercial y financiera. Era la única nación fuera de la Mancomunión británica de ser parte del grupo que los historiadores llamaron “tierras de asentamiento reciente” que incluía a Australia, Canadá, Nueva Zelanda, y Sud África. Argentina compartía con ellos un territorio grande, poco poblado, con condiciones climáticas moderadas, y abundantes recursos naturales, tierra especialmente fértil. Por ello, necesitaba atraer población y capital para desarrollarse rápidamente, importar grandes cantidades de maquinaria para infraestructura, y encontrar mercados para su producción en crecimiento de Carne, granos y productos lácteos.
Desde mediados del siglo diecinueve, Gran Bretaña se había convertido en una socia perfecta para esas necesidades. Inversiones sustanciales británicas e intereses comerciales en Argentina llevaron a tener una comunidad británica bastante grande y bien establecida en el país, especialmente en su capital, Buenos Aires, y sus alrededores. Más aún, los terratenientes de elite de Argentina, los beneficiarios primarios de la relación cercana de su país con Gran Bretaña, se volvieron muy “anglófilos”, adoptando muchas practicas sociales y costumbres de las clases altas de la sociedad británica. Todas estas circunstancias llevaron a un fuerte impacto de la cultura y productos británicos en la sociedad argentina, en particular durante las dos décadas de fin de siglo, desde 1890-1910.
Estos inmigrantes ingleses eran mayormente protestantes y, como resultado, fundaron iglesias para practicar sus religiones en Argentina, un país cuyo pueblo era predominantemente católico. Entre los elementos que importaron para estas nuevas iglesias estaban los órganos de tubo de su tierra natal. Desafortunadamente la Comunidad Británica en Argentina no importó ningún instrumento de los constructores más prestigiosos de aquel periodo en Inglaterra (1860-1905), tales como Henry Willis, Hill & Sons, and J. W. Walker; sin embargo, Argentina es muy afortunada por albergar órganos por Bishop, Bryceson, Gray and Davison, A. Hunter & Sons, y Fortster & Andrews. El autor de este estudio ha elegido dos instrumentos para representar órganos británicos como Órganos de tubo Históricos en Argentina: El órgano construido por Bryceson albergado en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos en Quilmes, Provincia de Buenos Aires y el instrumento por Forster & Andrews que se encuentra en la Primera Iglesia Metodista en la Ciudad de Buenos Aires. Esta selección ha sido hecha en base no solo en las características, pero también sobre las condiciones y la historia de los órganos. Algunos de los órganos británicos en Argentina han sido modificados sustancialmente a través de su historia, y por ello no pueden ser considerados órganos históricos para este estudio.
EL ORGANO BRYCESON EN LA IGLESIA ANGLICANA DE TODOS LOS SANTOS
El órgano ahora albergado por la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, en la ciudad de Quilmes (una ciudad al sur de Buenos Aires Capital), fue construido por Bryceson Bros. En 1864 para la Catedral Anglicana San Juan Bautista de la ciudad de Buenos Aires. 32[1] La Catedral Anglicana había sido un centro de música británica en el centro de Buenos Aires desde su fundación en 1825. En un período de sesenta y cinco años, la catedral albergó tres instrumentos: un órgano por Richard Nicholson de Rochdale instalado en 1831, reemplazado por el Brceson en 1864, y el que tienen en la actualidad construido por Bishop & Son en 1895. El último fue un importante órgano que desafortunadamente ha sido electrificado, así como también degradado a través de los años. En 1896 la Iglesia Anglicana de Quilmes compró el órgano Bryceson, y poco después, el tesoro histórico fue instalado en el santuario donde permanece hasta el día de hoy.
Henry Bryceson (1776-1870) fundó su compañía en Londres en 1796 y comenzó una dinastía de constructores de órganos que duró un siglo. Aunque la empresa cambió de nombres muchas veces a través de los años, la mayor parte del tiempo permaneció como un negocio familiar.
Bryceson nunca disfrutó del éxito de otros constructores de órganos británicos de ese periodo, pero su artesanía fue altamente respetada. El constructor de órganos Argentino Enrique Godoy descubrió un documento muy importante que estaba pegado en la parte de atrás del atril en este órgano Bryceson 33[2] Las dos piezas de información valiosa que el manuscrito contiene son una lista de productos ofrecidos por la empresa y una copia del programa del recital de dedicación.
La lista de instrumentos va de órganos muy pequeños a otros más grandes. En algunos casos, los precios están incluidos. Una copia del documento se puede encontrar en Figuras 38 y 39. Es de igual interés estudiar el programa del recital de dedicación (ver figura 40) llevado a cabo en la fábrica en Londres por el organista del Royal Agricultural Hall, Sr. Frederic Archer. La importancia que le dio el Sr. Bryceson a esta presentación sugiere con fuerza que este órgano fue un logro muy importante para la compañía.

Imagen 38: Órganos pequeños ofrecidos por Bryceson.
Cortesía de Enrique Godoy
La Imagen 38 muestra la “Lista de Precios de Órganos para Iglesias Pequeñas” encontrada en la parte de atrás del atril de música del órgano Bryceson en Quilmes, Argentina. Como el lector puede observar, la compañía ofrecía diversos órganos pequeños estándar con precios que iban de Libras 34 a libras 225.
Imagen 39: Órganos ofrecidos por Bryceson.
Cortesía de Enrique Godoy
Imagen 39 es la continuación de Imagen 38. En este sector del documento el lector puede observar con claridad que el constructor no solo intentaba promover órganos nuevos, pero también estaba haciendo propaganda de los servicios que el ofrecía, incluyendo restauraciones, relocaciones, afinación y regulación.

Imagen 40: Programa del Recital de Dedicación
Cortesía de Enrique Godoy
El programa del recital tocado por el Sr. Federic Archer, Organista del Royal Hall, se puede observar en la Imagen 40. Debido a la degradación de la tinta y el papel, no es posible leer las piezas exactas que fueron tocadas en el recital, pero uno puede observar que la música iba desde composiciones para órgano, tales como las piezas de Bach y Krebs, a varias transcripciones incluidas obras de Mendelssohn y Rossini.
De acuerdo a documentos de archivo de la Iglesia de Todos los Santos en Quilmes, el órgano fue trasladado y restaurado por un constructor de órganos británico que residía en Argentina de nombre
Walter Wainwright.
UN CONSTRUCTOR DE ORGANOS BRITÁNICO EN ARGENTINA
El nombre de Walter Wainwright aparece en los documentos mencionados más arriba, como la persona responsable de embalar el órgano en la ciudad de Buenos Aires. Fue el responsable de su transportación a Quilmes, y llevó a cabo una restauración e instalación del órgano en la Iglesia de Todos los Santos. Así mismo llevó a cabo durante muchos años el mantenimiento del mismo. Su nombre también aparece en un órgano de estilo británico que puede ser que construyó en Buenos Aires. Actualmente albergado como parte de la colección privada del Profesor Enrique Rimoldi. Sigue siendo un misterio por qué fue a Buenos Aires y dónde aprendió el oficio de constructor de órganos. Aunque su nombre no se menciona en el Directorio de Constructores de Órganos Británico, en esa mismísima publicación hay dos constructores que comparten su apellido: George J. Wainwright y J.A. Wainwright. Resta por aclarar si Walter estaba relacionado con estos dos caballeros. Más allá de eso, esta es otra indicación del nivel de actividad de construcción de órganos en Argentina al comienzo del siglo vente, tal como se mencionó anteriormente en el Capítulo II, con la inmigración de constructores italianos a Argentina.

Aunque no hay información sobre el trasfondo del Sr. Wainwright en la construcción de órganos, uno puede examinar la instalación del órgano en la Iglesia de todos los Santos y estudiar su propuesta para el traslado y mantenimiento del instrumento. El autor de este estudio puede ver con claridad que Wainwright tenía vasta experiencia en el campo y estaba bien al tanto de las tendencias en la construcción de órganos en el mundo. Lamentablemente, se tomó algunas licencias y cambió la especificación original del órgano Bryceson.
Especificaciones
Órgano Bryceson
Iglesia Anglicana de Todos los Santos, Quilmes
Año de construcción: 1864
Especificaciones Originales
Great Swell Pedal
Rohrflöte 8’ Open Diapason 8’
Dulciana 8 Stopped Diapason 8’ Couplers
Principal 4’ Principal 4’ Swell to Great
Harmonic Flute 4’ Fifteenth 2’ Great to Pedal
Trumpet 8’ Mixture III ranks Swell to Pedal
Cornopean 8’
Oboe 8’
Manual compass: C to f'''
Pedal compass: C to e'
Este instrumento ha pasado a través de varios cambios de especificación desde 1864. Se han llevado a cabo cuatro reconstrucciones mayores, cada una tuvo como resultado una nueva especificación de acuerdo a las modas cambiantes que lamentablemente modificaron el carácter histórico del órgano. La adición de rangos italianos y alemanes no ayudó al sonido de este instrumento en su totalidad. Durante la última restauración en el año 2000, el objetivo fue conservar, lo más posible, el trabajo original de los tubos y por ello el sonido de Bryceson.
Especificaciones Año 2000
Great Swell Pedal
Open Diapason 8’ Bourdon 16’ Open Diapason 16'
Dulciana 8’ Open Diapasón 8’
Röhrflöte 8’ Violín Diapason 8’ Couplers
Principal 4’ Principal 4’ Swell to Great
Harmonic Flute 4’ Twelfth 3’ Great to Pedal
Trumpet 8’ Fifteenth 2’ Swell to Pedal
Clarinete 16’
Tremulante
Manual compass: C to f'''
Pedal compass: C to e'
Wind pressure: 6 inches.
Las llaves añadidas al regulador de sonido (Swell) no son de origen británico. El diapasón de Violín es de origen alemán, probablemente de Laukhuff, y el Clarinete fue construido en Italia. El instrumento se encuentra instalado en una recamara sobre el lado norte del Santuario. Esta es una locación bastante diferente a la que tuvo en la iglesia anterior en la que estuvo (Catedral Anglicana) donde el órgano se encontraba en un espacio abierto y mirando hacia la congregación. El sonido se encuentra de alguna manera amortiguado por esta locación, pero dado que la Iglesia de Todos los Santos es muy pequeña y tiene excelente acústica, el resultado musical es excelente, especialmente para el acompañamiento de coro y congregación. Los tubos en la fachada del órgano están decorados con pintura sobre diseño esténcil que hacen de este instrumento uno de los pocos con este tipo de decoración en Argentina.

Imagen 41: Órgano Bryceson en la Iglesia Anglicana de Todos los Santos, Quilmes, Argentina
Vista del Frente
Foto: Enrique Godoy
En la imagen 41, el lector puede apreciar la decoración de la fachada y la consola. Las perillas de registro están emplazadas a ambos lados del teclado. [La consola puede ser observada en más detalle en la Imagen 42.] Las perillas de la izquierda corresponden al regulador de sonido, mientras que las de la derecha controlan las divisiones de Grande (Great) y Pedal.

Imagen 42: Órgano Bryceson en Iglesia Anglicana de Todos los Santos, Quilmes, Argentina
Vista de la Consola
Foto: Enrique Godoy
Arriba del teclado de pedales están los pedales de nivel punta de pie que activan las cuatro combinaciones fijas. El pedal de enganche hacia abajo que se encuentra en el extremo derecho abre y cierra las sombrillas reguladoras de sonido.
Aunque el órgano Bryceson es un instrumento que representa muy bien a la escuela de construcción de órganos británica de la segunda mitad del siglo diecinueve, sería justo decir que, de todas las tradiciones de construcción de órganos discutidas en este estudio, Órganos de Tubo Históricos en Argentina, la escuela de construcción de órganos británica carece de representación de un excelente órgano en Argentina.
Traducción: (c) Monica Tompkins